- "Teen Age Riot" – 6:57
- "Silver Rocket" – 3:47
- "The Sprawl" – 7:42
- "'Cross the Breeze" – 7:00
- "Eric's Trip" – 3:48
- "Total Trash" – 7:33
- "Hey Joni" – 4:23
- "Providence" – 2:41
- "Candle" – 4:58
- "Rain King" – 4:39
- "Kissability" – 3:08
- "Trilogy ( The Wonder – Hyperstation – Eliminator Jr.)
Los 80s fueron una época singular. Sin los atisbos revolucionarios que se vieron en los 70s al alero de la guerra fría (movimiento hippy dixit), los 80s verían en la introducción de nuevas tecnologías como el foco de atención al cual la sociedad centraría sus banalidades. Es así como la electrónica experimental de Kraftwerk daría paso a una escena más comercial, dominada por la nueva ola, representada por unos pretéritos The Human League y Depeche Mode. ¿Y que pasó con el rock? La década anterior fue demasiado buena para durar siempre, y las guitarras y bajos darían paso a los sintetizadores y beats. MTV haría el resto, pasando convertir el rock de ser una actitud a una moda; de experimentación a comercialización, de rebeldía a sometimiento. Los viejos cracks como Pink Floyd y Genesis lucían desgastados y old-fashion; tampoco existían unos The Velvet Underground (encuadrado en un movimiento pop) para salvar el resto.
En ese contexto Sonic Youth, encasillado en ese antimovimiento como lo fue el No Wave, haría el trabajo sucio de la experimentación noise, su bandera de lucha por casi 30 años. Con guitarras altamente distorsionadas por métodos pocos ortodoxos como taladros, baterías furiosas a cargo de Steve Shelley, las voces características de Thurston Moore y Kim Gordon, y con Lee Ranaldo haciendo la pega tras bambalinas, hacen de Daydream Nation el album más equilibrado de Sonic Youth de los 80s, sin perder un ápice del ruido y experimentación No Wave que los caracterizó.
Precedido por el tremendo Sister (1987) y el denso Evol (1986), el Daydream Nation tomaría elementos de ambos para crear una mezcla que no introduce nuevos sonidos, pero si los conjuga notablemente. El disco comienza con el himno Teenage Riot, que al igual que Schizophrenia del disco anterior, nos hacen pregunta como la juventud sónica todavía toca 20 años después. Luego transcurre con la rápida Silver Rocket, pasando con otros temazos como la ácida (y no precisamente por el "sabor") Eric's trip y terminando con la experimental Trilogy. Kissability perfectamente podría ser una canción de los '90s.
Pero como es la tónica en Sonic Youth, cada disco muestra un sonido familiar, pero fresco. El Daydream Nation daría paso a Goo, que si bien es estéticamente ochentero, es más cercano al Dirty. En los albores de esa moda pasajera que fue el grunge, los discos de Sonic youth se erigen como un legado que trascendió esa fútil década (hey!, en cuanto a rock!) y que 20 años después siguen siendo tan valorados como cuando salieron.
Thanks for sharing.
ResponderEliminargracias por el gran aporte
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